El talento de Tomic y la experiencia de Prigionni aparecieron cuando más lo necesitaba el Madrid, haciendo lo que nadie esperaba, irse a Madrid con la ventaja de campo de su lado, y la sensación de haberle ganado la partida siempre a su rival, que por primera vez en la temporada perdió por más de 5 puntos, 63 a 70.
Si le dicen a Messina que anotando 15 puntos en el primer cuarto estaría satisfecho no se lo creería ni con todas las cervezas del mundo encima. Pues se fue y mucho, pues su defensa fue impecable y dejo en tan solo 8 puntos al Barça, forzándole 6 pérdidas de balón y con un 20% en tiros de campo. El Barça estaba totalmente fuera del partido y tan solo la intensidad defensiva le mantenía en el partido.
Los momentos críticos son para grandes jugadores. Apareció entonces Lorbek.
No solo en ataque, sino en defensa. Metió 5 puntos seguidos, con rebotes en las dos cnastas y acciones defensivas que despertaron al Palau. Si le unió Grimau, y en tan solo 2 minutos, el Barça metió los mismos puntos que en el primer cuarto, igualando el marcador, sin Navarro y Ricky en pista.
Esa buena tónica culé continuó hasta ponerse 3 arriba, con un triple de Trías.
Pero se rehizo el Madrid, con una defensa que volvió a secar la anotación culé y de la mano de Jaric volvió abrir hueco en el marcador, ya que anotaban con facilidad, al mismo tiempo que los bases azulgrana no eran capaces de jugar ataques con sentido. Así, y a pesar de la buena defensa de los de Pascual, el Madrid de Messina se fue al descanso con 5 puntos de ventaja en el marcador, 27 a 32.
Era el mismo escenario que en el primer partido, con el Madrid impidiendo en todo momento al Barça jugar como más le gusta, desconectando por completo el juego exterior. Y quizá esa era la mejor noticia para el Barça. Con Navarro y Ricky desconocidos, sin el acierto de Basile y Lakovic, aún estaba metido en el partido, gracias al trabajo defensivo.
En un intento de cambiar el ritmo del partido, el Barça jugaba cada ataque a menos de 10 segundos, convirtiendo el partido en un ida y vuelta, que convirtió el Palau en una olla a presión. Al Madrid lo sostenía el juego de Tomic, que centraba toda la defensa blaugrana y permitía la anotación exterior de Bullock y Prigioni, haciendo que el Barça nunca se pusiera por delante en el marcador, manteniendo incluso las ventajas conseguidas en el segundo cuarto.
Y es que sin juego exterior amenazante, la defensa del Madrid tenía muy fácil el trabajo. Se cerraba dentro, donde también Tomic intimidaba mucho, ya que el Barça era incapaz de anotar lanzamientos de larga distancia, a pesar de tirar con buenas posiciones. A medida que pasaban los minutos, los nervios en los locales aumentaban, mientras la distancia con el Madrid se iba hasta los 11 puntos, pocos segundos antes de terminar el tercer cuarto( 39 a 50).
Con 10 minutos por jugarse, el Barça se lo jugó a su mejor baza. la defensa. Sada en el puesto de base dejó sin suministró de balones a Tomic, que también era víctima del cansancio, ya que paso pocos minutos por el banquillo. Y cuando lo hizo, el Barça se puso a 2, con 7 puntos seguidos de Pete, que de nuevo fue el mejor jugador del Barça.Pero no conseguía ponerse por delante nunca el Barça.
El partido entró en un intercambio de golpes, con el Madrid manteniendo siempre como mínimo 3 puntos de ventaja. Entonces para intentar culiminar la remontada, Ricky y Navarro entraron a cancha. Prigionni y Tomic no perdieron la cara nunca al encuentro y certificaron la victoria en el Palau. Más que resistir las embestidas azulgrana, lo que hicieron fue no venirse abajo cuando el trabajo estaba hecho.
Eso pasó en el primer partido, pero no en este.
La serie se va a Madrid 1 a 1, y con la sensación de que el Madrid ha sido mejor la mayor parte del tiempo. Si el Barça quiere llegar a Paris deberá contar con Navarro y Ricky. Sin ellos se esfumará el sueño de la Euroliga, justo el año que más y mejor está jugando el equipo, al que parece que el bache le ha llegado en el peor momento.
No sabéis como necesitamos a Navarro.
The Digital Garden.
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