Ahora que con Henry se atreve todo el mundo, es el momento de reconocer como se merece la trayectoria de uno de los mejores jugadores de la década que, aunque sus mejores años no los jugó de blaugrana, ayudó con su fútbol y goles a construir uno de los episodios más bonitos de la historia del club.
Llegó por un precio desorbitado para un jugador de su edad y con su historial clínico, pero a día de hoy se puede decir bien alto que ha sido una inversión rentable en todos los sentidos, ya que si deportivamente sus dos primeros años son indiscutibles, económicamente ha permitido abrir el club a mercados como el asiático o norteamericano.
En su primera temporada, las circunstancias del equipo no le ayudaron nada para poder desarrollar su juego. Además, tampoco le ayudó una actitud demasiado autocomplaciente consigo mismo. Se queja de todo, todo estaba en su contra para que no pudiese demostrar su valía. Con todo, sus números fueron incuestionables, y ayudó en algo a que la temporada no fuese aún peor.
Pero fue el año pasado, jugando exactamente en la misma posición del curso 07-08, donde el nivel de Henry se acercó al del Arsenal. De haber sido 4 años más joven, resulta inimaginable a donde hubiese llegado el nivel colectivo. Fue un jugador grande, desequilibrante, apareciendo siempre cuando más se lo necesitaba, y desequilibrando como el crack que se anunció cuando se contrató.
El rendimiento dado ese año justifica por sí solo su fichaje. Desde entonces, por sus asistencias, carreras por la banda y goles está en los libros de oro de la historia del Barça, aunque por desgracia, solo sea una pequeña, aunque importante, página de su impecable trayectoria.
Y es ahí donde radica el principal problema de Titi. Lo ha ganado todo lo que un deportista puede ganar. Además, en todos los títulos ha contribuido de forma importante, siendo pieza clave en los innumerables títulos que adornan su insuperable palmares.
Con la barriga saciada de éxitos, cuesta mucho más trabajar para poder superar sus molestias físicas propias de su edad. Cuesta más no pensar en que cualquier esfuerzo “exagerado” puede suponer perderse su último gran reto, liderar a Francia en ganar su segundo Mundial.
La cuestión es que todos aquellos que le disparan ahora, con toda la razón del mundo, se olvidan de que fue el propio Titi quien anunció lo que iba a suceder. Hablamos del día después del triplete, cuando ante 100.000 culés que llenaban el estadio y los ojos de millones de barcelonistas que lo contemplaban desde sus casas, Henry dijo las palabras que definen su relación con el Barça.
“Vine al Barça para ganar el único título que me faltaba. Ahora ya lo he conseguido, gracias”. No escuchamos a nadie decir que había que vender a Titi, cuando el mismo se estaba anunciando lo que pasaría. Henry, obviamente es el culpable de su mal año por adolecer del hambre que tiene su amigo Federer.
Pero nos parece desproporcionado las críticas sistemáticas a un hombre que no pudo ser más transparente, que seguro que quiere dar más, pero que no encuentra en su interior razones para llegar a su máximo nivel. Evidentemente, nos revienta la situación y indolencia de Henry, pero era tan obvio, que nos resulta obsceno tantas ganas de hacer sangre con alguien del que siempre hablaremos bien…Y es que fue clave en dos de las 3 Champions ganadas…
No sabéis que hubiese pasado si Titi llega al club 4 años antes!!!
The Digital Garden.
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