Por fin se vio al Barça en toda su esplendor. Sucedió en la primera parte, donde elevó el fútbol a unos niveles que serán recordados durante mucho tiempo. Pero también sucedió en la segunda, pero en signo contrario. Se fue, una vez más, del partido y recibió dos goles que pudieron ser más. Al final empate a 2, que deja a quien debe estar contento triste, y al que debe preocuparse por remontar con una sonrisa de oreja a oreja.
Los primeros 20 minutos del Barça fueron lo mejor de la era Pep. Sí, no alcanza comparación con ninguna otra demostración realizada la temporada anterior. Solo hubo una diferencia. No se marcó ningún gol. De haber tenido una efectividad normal, o de equipo pequeño, teniendo tan solo un 20% de efectividad, el partido de vuelta sería un mero trámite. Pero Almunia se encargó de evitarlo.
Si en la previa la portería del Arsenal era visto por todos como el punto débil del equipo, ayer fue su punto fuerte, sacando balones en todas las posiciones y a casi todos los jugadores. Llevó al Barça a la desesperación que veía como todo lo realizado no tenía frutos. No tendríamos tiempo para enumerar todas las ocasiones, pero consigan como puedan una copia del partido y disfrútenla.
Así entenderán como a medida que pasaban los minutos, el Arsenal se vió con fuerza para soltar algunas contras, bien resueltas por la defensa y Valdés. Se aprovechaaban los locales de la generosidad ofensiva culé, que a pesar de ir perdiendo brillantez y peligrosidad, persistía una y otra vez en acercarse a la portería de Almunia. Y lo hizo con el balón, que se lo quitó desde el principio, moviéndolo con una velocidad impresionante.
Al descanso, el resultado era un milagro. Pero así es el fútbol. La segunda parte, sin casi romper a sudar, un pase largo de Puyol a Ibra terminó dentro. El sueco, está rompiendo los tópicos de su llegada. No había marcado ningún gol en eliminatorias. En el Barça dos de dos. Ambos decisivos, importantísimos. Curiosamente, alejándose de sus virtudes principales, y adquiriendo el oportunismo del que parecía carecer.
Después del gol, el partido entró en una dinámica que seguro a Guardiola no le gustó. Un ida y vuelta, como al final de la primera parte, pero con mucha más peligrosidad. Valdes volvió a salvar al equipo con un paradón antológico. Por contra, Xavi desaprovechó un centro de Alves . Tuvo que ser Ibra( perdóname, perdóname...) quien pusiese el segundo, y el justo premio a lo visto hasta entonces.
Pique sacó limpia la pelota desde atrás, encontró a Xavi que habilitó a Ibra al espacio para encarar mano a mano a Almunia. No era tan fácil como el primero. Controló el pase formidablemente y definió imparablemente. El partido parecía sentenciado, camino de una goleada, hasta que entró Walcott, quien con su velocidad dio dinamismo al juego local y puso en muchos aprietos al Barça.
Marcó el 1 a 2, en uno de los pocos errores de Busquets. Ganó la espalda de Maxwell y batió a Valdés, que pudo hacer algo más en el gol. Antes en una jugada similar, ya había avisado. Le costó al Barça detectar la velocidad del inglés. No tenía la pelota el Barça, con lo que sufría los arreones locales, que empujados por sus aficionados, comenzaron a creer en la remontada.
El escenario no era el perfecto para el Barça, pero si el ideal para aprovechar la velocidad de Messi con los espacios que dejaba el Arsenal. Para aprovecharlos aún más Guardiola dió entrada a Henry, que recibió una ovación enorme, por Ibra. Messi la tuvo entrando por la izquierda, pero Almunia lo dejo sin espacio para la definición. Volvió a perdonar el Barça, y lo acabó pagando.
Un penalti de Puyol a Cesc, que transformó el mismo y significó con la expulsión del capitán, que unido a la ausencia de Pique por acumulación de amarillas, dibuja un panorama complicado para la vuelta. Aunque Cesc se lesionó al chutar el penalti y antes lo habían hecho Arshavin y Gallas para su equipo. De ahí al final el partido ambos equipos firmaban el empate, que sabía a gloria al Arsenal y muy amargo al Barça, demasiado para el valor real del resultado.
Excepcional partido de fútbol que en juego mostró la diferencia entre ambos. El Barça muy superior en la primera parte, que mereció acabar 0 a 3. En la segunda, el juego fue más parejo y el empate fue justo en esos minutos. Pero este Barça sufre desconexiones mentales importantes. Le ha pasado muchas veces. Pero nunca ante un rival como el Arsenal. Y ya se ha visto que ha pasa cuando no se compite a tope los 90 minutos. Tocará sufrir y mucho, en la vuelta.
No sabéis que cara de tontos se nos ha quedado!!!!
The Digital Garden.
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