En Italia hablaban del partido como un “ Derby de Europa”. Después del partido, seguro que seguirán con la idea de que los dos mejores equipos del siglo XXI pueden protagonizar espectáculos tan hermosos como el vivido en San Siro, a pesar de un lamentable estado del césped y de que el partido haya terminado 0 a 0.
Una primera parte intensísima, con un ritmo frénico y una segunda parte más táctica, menos abierta pero igual de intensa. En la primera mitad múltiples ocasiones de ambos equipos, en la segunda solo el Barça ha chutado y llevado algo de peligro. Pero en los 9 0 minutos se han visto dos señores equipos, con estilos distintos pero igual de nobles con el juego.
Como viene siendo tradición en las grandes citas, el Barça salió frío y bien pudo costarle la eliminatoria. Dos ocasiones de gol claras en 3 minutos, que no terminaron en gol por el desacierto de Robinho, fuera del partido los 50 minutos que estuvo en el campo. A los 15 minutos, Ibrahimovic tuvo un mano a mano con Valdés, pero no pudo batirle. Desde ese instante, el Barça se adueño del balón y del partido.
Con Leo Messi como eje de todo, el Barça fue empujando a su rival hasta su área. Ahí, como si de una defensa de balonmano se tratase, el Milan coloco una línea de 4 y otra de 3 por delante. Descolgaban a Ibra, Boaten y Robinho, mientras la resta basculaba de un lado a otro según dirigía el Barça el ataque.
Cada minuto que pasaba la pelota iba más rápida. Solo impedía la perfección el césped, que causó múltiples errores no forzados. En ese escenario, el partido rompió a partidazo. El Barça tuvo el gol en en los pies de Alexis, de Xavi, de Leo, pero unas veces Abiatti, otras el césped y otras la imprecisión culé de cara a puerta imposibilitó que el Barça se adelantase.
En la otra área, Valdés, no fue exigido más. Pero el Milan llevaba peligro. Vaya si lo llevaba. Solo una actuación fenomenal de los defensas culés, dejó a Ibra sin más remates, a Boateng muy alejado del gol y a Robinho desaparecido. Pero fue gracias a acciones colosales, tanto coercitivas como individuales, ya que el Milan cuando recuperaba la pelota, espoleteados por un público magnífico, iba con todo al ataque.
Tras el descanso, el Barça pareció acusar el esfuerzo hecho en Mallorca. Eso, o pensó demasiado en el resultado. La pelota no iba tan rápido como en los primeros 45 minutos y las transiciones no eran tan largas. El Milan tras el cambio de Robinho por El Shaarawy, robaba antes y le duraba más la pelota.
No supo qué hacer con ella, no molesto a Valdés y solo tuvo una clara ocasión en la que Emanuelson controló mal un balón cuando se quedaba solo en la frontal frente al portero. Guardiola cambio a Iniesta para dar entrada a Tello. Más tarde sacó a Pedro por Alexis. Fue en los últimos minutos, con aire fresco sobre el campo, cuando el Barça tuvo más cerca el gol.
Varias acciones de Tello por la izquierda a punto estuvieron de acabar en gol. También un remate de Leo se cantó gol cuando Abiatti sacó una mano milagrosa. Un cabezazo de Puyol tras un saque de esquina rozo el palo, y eso que fue objeto de un clamoroso penalti que todavía nos explicamos cómo no pudo ver el árbitro, ya que estaba perfectamente colocado.
El encuentro termino 0 a 0. Un resultado buscado por Allegri, ya que significa que con no perder se clasifica para las semifinales. Un resultado que obliga al Barça a marcar un gol más que al Milan para pasar. Un resultado que asegura la posibilidad de volver a disfrutar un encuentro extraordinario en un escenario tan mágico como San Siro, pero con un mejor césped.
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