El Barça ha alcanzado un nivel de juego y regularidad en el que no deja que el azar influya en los resultados. Entendemos por azar un terreno de juego lamentable e impropio de una competición profesional o una expulsión muy lejos de ajustarse a lo reglamentariamente establecido.
En Mallorca, el Barça ganó 0 a 2 con goles de Leo Messi y de Gerard Piqué en un partido poco vistoso, muy trabajado, en especial después de la expulsión de Thiago, que dejó al Barça con un hombre menos los últimos 35 minutos de encuentro y con 0 a 1 en el marcador.
Hasta la expulsión, el Barça estuvo lento en la circulación de balón, ayudado en parte por un césped en condiciones lamentables, que no conseguía generar espacios para que Pedro y Alexis desbordasen en el uno contra uno. Este atasco duro toda la primera mitad, en la que el Barça solo chuto dos veces a puerta.
De esa forma, el gol solo podía llegar a balón parado. Una falta lateral sacada por Messi, se paseo por el área sin que nadie lograse contactar con la pelota. El final del trayecto fue la red, ya que el portero fue mirando el vuelo de la pelota sin hacer ademán de ir a por ella, ni siquiera cuando Alexis fue empujarla sin logarlo.
El gol no despertó al Mallorca de su estado somnoliento. Confundían agresividad en las entradas con intensidad en el juego. No se acercaron a Valdés prácticamente en todo la primera mitad, haciendo que la defensa de 3 que propuso Guardiola, con Piqué de central y Mascherano y Puyol de laterales, no sufriese prácticamente nada.
La dinámica del encuentro cambio radicalmente tras el descanso. El Mallorca defendía mucho más arriba y no dejaba salir al Barça de su área, aunque no creó prácticamente ninguna ocasión. El dominio local se incremento cuando Thiago vio la segunda amarilla. Pero lejos de relajarse y justificar lo que pasase por el error arbitral, el Barça se preocupó de armarse para llevarse los tres puntos.
Lo consiguió por Keita, que salió por Pedro y Montoya que salió por Cesc, dotaron al equipo de más músculo y solidez. Con el paso de los minutos, el empuje bermellón se diluyó. El Barça comenzó a tocar y tocar y con el Mallorca volcado buscando el empate, los espacios para que los atacantes del Barça los aprovechasen aparecieron.
Entonces volvió a aparecer Messi y el carácter indomable del Barça. El segundo gol de la tarde que sentenció el partido salió de una genialidad del argentino, pero también por el carácter de Puyol que no se fue a su área tras la salida de un corner y la valentía de Piqué que también se quedó en el área y siguió la jugada rematándola perfectamente a puerta.
Con 0 a 2 el Barça pudo ampliar la renta, con la velocidad de Tello, el descaró de Montoya, espléndido en los minutos que tuvo, siempre acompañados por la genialidad de Leo. Faltó acierto en los metros finales y por eso el encuentro ya no se movería más.
Tres puntos importantísimos del Barça que le permiten seguir de lleno en la lucha por el título, conseguidos con todas las circunstancias en contra, resueltas todas ellas con la pelota como principal aliado, alejándose del ruido innecesario que solo ayuda a que no se hable de lo que verdaderamente importa, el juego.
No sabéis cuanto nos ha costado!!!
The Digital Garden
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