Amenazaba jornada negra para el Barça, con las decepciones en basket, balonmano y hockey, y solo contrarrestada por la victoria de las féminas en fútbol. Finalmente, se logró la cuarta victoria consecutiva en Liga, algo que no había sucedido aún y que ofrece una buena lectura de por qué andamos 10 puntos por debajo, Velasco Carballos aparte. La baja de Piqué por sanción y la de Abidal por lesión sirvieron para que Pep coqueteara de nuevo con un 3-4-3 con Busquets de “sube-baja” a conveniencia, un esquema que tiene más detractores que los que las estadísticas podrían recomendar, y que sobre el campo luego no es tal: Busquets vivió gran parte del encuentro embutido entre Puyol y Mascherano.
El flamante entrenador cántabro Álvaro Cervera, que como jugador ya debutara en el Racing ante el Barça, propuso un primer once con el único cambio de Babacar por Stuani con respecto a lo habitual en su equipo cántabro en las últimas fechas, buscando ganar los balones por alto que la ausencia de Piqué podría proporcionarle a los locales. Vista la estrategia de su Recreativo de Huelva ante el juego combinativo del Barça B en la Liga Adelante, parecía cantado un juego directo por bandas y a colgar balones a la olla. Bastante de esto se vio en los primeros cuarenta y cinco. Eso y darle día de descanso a los cuidadores del césped es todo lo que le ha dado tiempo a hacer en un día que lleva en el club.
La rosca ligeramente desviada de Pedrito desde la izquierda en el minuto 5 sería la tarjeta de presentación para una buena ristra de ocasiones visitantes en la primera parte. Sin embargo, tampoco el Barça quiso desmelenarse en demasía, receloso de un Racing al que había valido de poco estudiar de antemano por culpa del cambio de entrenador. Cuando el Barça vio que el Racing se limitaría a los mencionados desmarques de Babacar (desarmados perfectamente por un concentradísimo Mascherano) y a encerrarse atrás sin apenas presionar, empezó a verlo claro.
El paradón de Mario a una falta botada por Messi, una rosca de Iniesta a la cruceta y otra enorme intervención del portero cántabro ante Cesc fueron ya suficiente calentamiento para este Barça. El de Rosario, que hasta entonces había intervenido poco, se tiró al suelo para remachar a las redes un pase de la muerte de Cesc, haciendo inútil la pobre estrategia defensiva local del cerrojazo y la intimidación a través de duras entradas (sendas amarillas para Francis y Babacar por “firmarle” a Busquets las espinillas).
Por momentos, la inexistente presión del Racing provocó que el Barça jugara como en los años 40, con un 2-3-5 (Busi y Masche – Puyol, Xavi y Alves – Iniesta, Cesc, Messi, Cuenca y Pedro). Los constantes cambios de banda entre Cuenca y Pedro y el buen hacer de Cesc entre lineas desconcertaron aún más a la zaga verdiblanca, que se escapó por los pelos (y por Mario) de recibir una goleada con Pedro como protagonista.
La entrada al descanso de Stuani por el gigantón Babacar cambiaba por completo la estrategia rival. Lo cierto es que con un equipo nada cansado y perdiendo tan solo 0-1, la jugada le estaba saliendo bien a Álvaro Cervera. Sin embargo, cuando parecía que el Racing estiraba lineas y buscaba sus oportunidades, llegó un doble penalti en el área racinguista a Alves y a Cesc. Pitó el árbitro el que menos parecía y Messi se quitó el escozor que los once metros le había provocado esta temporada, anotando su gol 50 (30 en Liga) y quedándose a solo 6 del récord absoluto de César Rodríguez.
En la segunda parte el Barça se dedicó a guardar las fuerzas para hazañas venideras, lo que aprovecharon los locales para arrimarse al área de un inédito Valdés, mas sin peligro. Por parte del Barça, a las claras ocasiones de Pedro, Messi y Tello respondieron bien unas veces Mario, otras Álvaro. Como no tenía otra cosa que hacer, el conjunto local se dedicó entonces a repartir estopa entre Busquets, Cesc, Alves o Messi, con el consiguiente desfile de tarjetas amarillas.
Una jugada en el minuto 39 resume la actual racha de Pedro. El canario había gozado de ocasiones de todos los colores, y lo había intentado al palo corto, al largo, con el interior, con la puntera... siempre sin éxito. En la última que tuvo decidió jugársela de vaselina... y tampoco. La verdad es que solo la mala suerte evitó que Pedro marcara varios goles. Esperemos que Del Bosque vea eso y no solo las pobres cifras goleadoras de PR17 que no hacen justicia a lo que se deja el chaval en el campo.
Ya en rueda de prensa, Pep se quejó del césped, de las patadas a Busquets y del esfuerzo que las lesiones obligan a hacer a la plantilla. Visto que el partido no había tenido historia me decidí a preguntarle a Pep por el sorteo de Champions del próximo viernes y a qué club no quiere ni ver. Guardiola dejó claro que hay que ganarlos a todos para plantarse en la final, pero que de momento no le apetece el Milan “porque ya hemos jugado contra ellos en fase de grupos.” En mi opinión, el míster perdió una ocasión de oro para tirar de ironía fina y decir que sería una faena enfrentarse al CSKA...
No sabéis como nos ha gustado el equipo!!!
The Digital Garden
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