Guardiola afirmó hace 3 semanas, después del encuentro contra el At. Madrid, que jugando de esa forma no se ganaría al Madrid en la final de Copa. Nos atreveríamos a predecir que jugando como contra el Mallorca tampoco lo ganarían pero que tal vez por jugar de esa forma estén más cerca de ganarlo.
Una primera parte mala, con una intensidad muy por debajo de lo deseable, donde el Barça salía perdedor de todos los balones divididos y en el que se concedían demasiadas faltas laterales terminó con 0 a 1 gol de Messi y la sensación de que el partido estaba visto para sentencia.
El Mallorca no supo aprovechar lo tarde que entró en el partido el Barça, ya que solo inquieto a Pinto en un par de acciones a balón parado y solo Webo estuvo cerca de marcar en un cabezazo que no acertó a dirigirlo entre los tres palos.
Pero tampoco el Barça creaba mucho peligro. De hecho, el Mallorca llegaba más veces al área que los de Gurdiola, que tocaban sin la velocidad necesaria para generar espacios. En parte venía dado por la falta de chispa de los jugadores, en parte por el embudo que se generaba en ataque, ya que los laterales no abrían el campo como de costumbre.
Es en esos instantes cuando Leo Messi suele aparecer. Tuvo una oportunidad después de una combinación con Iniesta. A la segunda no perdonó y convirtió en gol un pase de Keita a la espalda de los centrales. Lo hizo dibujando una vaselina con la cabeza ante la media salida en falso del portero.
A partir de ahí el Barça se organizó a través de la pelota. Además, tras el descanso, encontró el punto de intensidad mínimo exigible. Y entonces es cuando las ocasiones comenzaron a llegar, aunque sin hacer un despliegue futbolístico extraordinario. Eso fue suficiente para sentenciar el partido.
Villa, que estaba cuajando un partido desafortunado, aprovechó un sensacional pase de Busquets en profundidad para hacer el segundo. Pedro se encargó de hacer el tercero después de tirar una diagonal desde la izquierda y sorprendiendo con un potente chut que se envenenó al rozar un defensa.
A partir de ese instante el encuentro dejó de tener historia. Entraron Afellay y Bojan quienes dejaron detalles esperanzadores. El primero demostró que cuando juega en el medio es capaz de meter pases en rompiendo líneas, el segundo demostró tener carácter para no dejarse avasallar en el campo. Sí, no es para ir a Canaletas, pero es algo que no se le había visto hasta la fecha.
Terminó el partido sin más goles y con el debut de Montoya en el primer equipo, un nuevo canterano que está haciendo una excelente temporada en segunda. Lo hizo en un choque en el que pareció en todo momento que el Barça jugaba con el freno de mano puesto, guardando fuerzas y recursos para cuando sean más necesarios.
No sabéis como nos hemos aburrido!!!
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