dilluns, 28 de febrer del 2011

NO PERDER LA CABEZA




La cantera culé está de moda y es un motivo de orgullo entre todos los barcelonistas, sobretodo  en estos tiempos en los que gracias a la popularización de Barça TV es posible seguir la evolución de los jóvenes jugadores sin desplazarse del sofa. Pero no debe convertirse en una arma arrojadiza para crear conflictos donde no los hay.



 


Como consecuencia de la última fuga de un canterano( todos los que marchan son “perlas”) se han vertido opiniones al respecto que de llevarse a la práctica pondrían en grave riesgo todo el trabajo y esfuerzo que se lleva realizando durante más de dos décadas.


Una de la más llamativa la ha publicado Josep María Minguella en el Mundo Deportivo. Ahí, el “ilustre” ex agente de futbolistas, ha manifestado que sería interesante que el club atase a las promesas de mayor proyección con contratos profesiones en los que se recompensase a los chicos económicamente hablando de una forma parecida a lo que lo hacen fuera.


Eso en el Barça se ha hecho con unos resultados absolutamente nefastos para el jugador y para la institución. Todos recordamos el caso de Nano, ahora en el Numancia, que en el 97 se le hizo un contrato profesional con 17 años cobrando 100 millones para evitar que, o sorpresa, el Arsenal se lo llevase a Londres.


Repetir esa acción por el miedo a que equipos extranjeros se lleven jugadores es una auténtica barbaridad. Primero porque la operación sucedería reiteradamente por el efecto llamada y cuando a alguien no se le haga se sentiría menospreciado, con todo lo que ellos conlleva. Después porque hay que hacer ver a todo canterano que no van a estar en mejor sitio que en el Barça para labrarse un futuro profesional en el futbol.


Por último y más importante que todo lo anterior, es que eso tampoco solucionaría nada. No se puede retener a nadie contra su voluntad ni prohibir que vengan de fuera a llevarse talento. Nosotros lo hacemos con otros clubs y es normal que suceda a la inversa. Con el añadido que existe de que el jugador se pierda por el camino ya que nadie garantiza que los que más apuntan con 16 años sean los que mejor juegan con 22.


La cantera del Barça es un ejemplo a seguir y eso nadie lo discute. Puertas al mar no se puede poner y la salida de Toral no será la única. Enfadarse por esto es no entender cómo funciona el mundo del fútbol, e incluso va en contra de las prácticas habituales de reclutamiento de jugadores que hace  el Barça.


Para que todo siga como hasta ahora, habría que intentar que gente como Albert Benaiges no se marchen del club a Qatar por muy buena oferta económica que exista, intentando que su participación en el proceso formativo no se menos significativa. O no cerrando o poniendo en duda proyectos tan interesantes como la Masia de Argentina, que tanto talento está produciendo aunque aún se necesita tiempo para recoger sus frutos.


No sabéis que orgullosos estamos de la Cantera!!!


The Digital Garden



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