Pascual dijo en la previa que no quería que sus jugadores entrasen en el partido en el minuto 15. Le hicieron caso, entraron en el 25, cuando estaban 13 abajo y el rival estaba convencido de la victoria. Pero la calidad es tanta que 15 buenos minutos fueron suficientes para ganar por 65 a 74.
Que un equipo que pierde de medía 11 pelotas por partido pierda 12 en dos cuartos deja bien claro el nivel de concentración con el que jugó. Y en el deporte profesional es difícil ganar a cualquiera sin estar metido de lleno en el choque.
Eso le pasó al Barça que sin tener malos porcentajes de entrada, salió sin tensión ni intensidad, concediendo todos los rebotes largos al rival, que aprovechó las posesiones de más que tuvo para estar pegado en el marcador, esperando que la relajación de los campeones de copa continuase lo máximo posible, ya que ellos aprovechaban la altura de sus pivots para anotar en la pintura.
Para cambiar la dinámica, Pascual hizo un carrusel de cambios para encontrar el quinteto ideal. Pero no dio con la tecla y los locales se fueron 25 a 21 con 3 minutos por jugarse del segundo cuarto. Unos guarismos paupérrimos, por los porcentajes malos de la Lottomatica y las pérdidas del Barça, que en ese momento ya sumaba 11.
En ese instante, la defensa local comenzó a apretar de verdad, metiendo manos y con intensidad, para intentar ampliar la renta. Pero curiosamente, en ese instante un triple de Anderson, dos tiros libres de N’Dong acercaron al Barça en el luminoso, terminando a 2 la primera mitad cuando estuvo a 6.
El partido estaba siendo tan lamentable, que resulta difícil explicarlo. Pero mirando los números, uno se asusta. La Lottomatica por debajo del 30% en tiros y el Barça en 56% de tiros de 2. Y el partido igualado, porque los de Pascual tiraron 14 veces menos que el rival.
22 segundos tardó el Barça en perder la primera pelota del tercer cuarto, continuando con la tónica desastrosa del partido. Quien sí que la cambió fueron los italianos que metieron dos triples, ampliando a 8 la distancia. Toda la charla de Pascual en el vestuario no sirvió de nada.
Lo que antes no entraba, por falta de puntería no por defensa visitante, ahora entraba y llegaron a ser 13 los puntos de desventaja del Barça, que no anotaba ni de tiros libres, ni en opciones claras al contraataque.
Entonces el segundo tiempo muerto de Pascual logró meter al Barça en el partido. Dos tripes de Ricky y Navarro, dos buenas defensas, lo demostraron, sin embargo el marcador continuaba siendo favorable a los romanos, que con el acierto desde el perímetro mantuvieron las ventajas cerca de la decena.
Pero la diferencia de calidad entre ambos equipos es tanta que el Barça en 3 minutos “a tope” logró comenzar el último cuarto con solo 5 de desventaja. A partir de entonces el partido ya sí se fue digno de la Euroleague, con la tensión exigible en unos y la calidad en otros.
Con esa versión del Barça durante todo el partido el asunto no habría tenido historia. Eso sí, jugaba con la presión de ganar y con una dinámica positiva en el rival que complicaba mucho el objetivo final de lograr la victoria, a pesar de ponerse 2 arriba a falta de 5 minutos para el final. Datome mantenía a los suyos encima del Barça, que con la presión por ganar bajo el ritmo anotador que le había llevado a dar la vuelta al partido.
Aunque le bastó para ganar el partido, liderados por Ricky en la dirección de juego y de Navarro y Anderson en la anotación, permitiendo al Barça continuar en el primer puesto del grupo y tener una ventaja de 10 puntos que defender contra el Macabbi si quiere evitar jugarse el acceso a la Final Four con el factor cancha en contra.
No sabéis que vergüenza hemos sentido por momentos!!!
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