El juego desplegado por el Barça en los tres últimos años provoca que un equipo más que decente, valiente y atrevido que le gusta jugar de forma valiente como es el Bayer Leverkusen salga en casa con la única intención de defender, sin mirar en ningún momento el balón. Tuvo su justo castigo en el 1 a 3 final.
La primera vez que se fue arriba, sobre el minuto 40 de la primera mitad, el Barça le pilló a la contra y marcó. Alexis ganó un balón aéreo en su propio campo, le cayó a Leo, que puso pausa y vio como Alexis y Cesc se incorporaban al espacio. Puso la pelota en el sitio preciso para que Alexis en carrera se plantase solo ante el portero. Llegó y definió de forma perfecta adelantando a su equipo.
Hasta ese instante no había ocurrido nada. Y cuando decimos nada es nada. El Barça tenía la pelota de forma aplastante, superando el 75% de posición. Pero era un dominio estéril, ya que no creo peligro. Nada, lo más parecido a una ocasión fue cuando Adriano hizo una diagonal desde la izquierda hasta el centro que chutó muy desviado.
Pero muchas veces se olvida que nada mejor que tener la pelota para defender. Porque si el Barça no chutaba, el Bayer ni se acercó a Valdés. No dejaba a nadie descolgado para aprovechar los escasos errores del Barça en la circulación y cuando lo hacía, se encontraba con un equipo muy junto que llegaba sin problemas a todas las coberturas.
Hay que destacar que la gran sorpresa del encuentro y de lo que seguramente más se hablará después de él es que Piqué se quedó en la grada viendo a sus compañeros. Una decisión que va a generar un intenso debate pero que no debe distraer de lo esencial. Y no es otra cosa que el rendimiento de Piqué este año no es mejor del que ofrecen Mascherano y Puyol , con lo que es normal que no juege. Las razones de ello no las sabemos y nos creeremos lo que nos diga Guardiola.
Con 0 a 1 en el marcador, el Barça salía del descanso con la intención de intentar que su rival no se viniese arriba como lo hizo contra el Valencia. Adelantó líneas, presionando mucho más arriba, intentando incomodar al Barça que durante toda la primera mitad jugó a placer, ya que su rival se limitaba a mantener las líneas juntas y muy ordenadas pero sin presionar.
Surgió efecto el plan. A la primera oportunidad que evitaron que el Barça saliese bien desde atrás, consiguieron centrar al área un balón que fue rematado por Kadlec que le ganó por arriba a Alves. Aquello de lo que avisó Guardiola en la previa se plasmó en el campo de forma perfecta. Quedaban todavía más de 40 minutos por jugarse.
Cabía esperar que el Bayer se tirase de nuevo hacia atrás. Pero no fue así. Continuaron con la agresividad que se puede esperar de un conjunto alemán en Champions. Lo hicieron con todo lo que ello conlleva. Creas más peligro, pero también te expones mucho más a las contras ya que dejas muchos más espacios.
Y parece que nadie como Alexis para saber buscar los espacios a la espalda de los defensas. Un pase sensacional de Cesc, raso y con un recorrido de la pelota de más de 30 metros, dejó solo al chileno. Pero no en una posición tan cómoda como en el primer gol. Aquí estaba algo escorado y debía regatear al portero para marcar. Lo hizo y marcó, poniendo de nuevo a su equipo por delante en el marcador.
En la otra portería solo Valdés y el palo evitaron que el Barça encajase otro gol. De forma muy fácil el Bayer le creaba peligro al Barça. De nuevo, el equipo de Guardiola era incapaz de sacar sin problemas la pelota en la primera fase. A medida que pasaban los minutos, el equipo quedaba muy largo, había muchos espacio en el medio del campo, que supieron aprovechar bien los alemanes para empujar al Barça hacia su propia portería.
A medida que pasaban los minutos el partido enloqueció, siendo diametralmente opuesto a lo visto en la primera mitad. Idas y venidas de ambos equipos con ocasiones bastante claras. Un escenario que a buen seguro a Guardiola no le hacía sentirse cómodo, ya que nadie mejor que los alemanes en esas circunstancias.
Sin embargo si algo tiene el Barça es que sabe competir como nadie. Ese aspecto que tanto y tanto destaca Guardiola de sus jugadores es el gran secreto de todos los éxitos de este equipo. Su capacidad para dar lo máximo en las situaciones más extremas. No es que lo fuesen los últimos minutos, pero siempre los últimos minutos es cuando más tensión se pasa a domicilio en Europa.
Pues fue ahí cuando el Barja desplegó su mejor. Resolvía sin problemas las dificultades en el inicio de jugada, haciendo que Leo jugase con más espacios y aprovechando las incorporaciones de los laterales. Así llegó la sentencia de la eliminatoria, el 1 a 3, en una magnífica jugada entre Alves y Leo que culminó el argentino, que sin hacer nada del otro mundo, marcó asistió e hizo la mejor jugada del encuentro.
Eliminatoria muy encarrilada que dejará sin excusa al Barça para afrontar a tope todos los partidos de Liga. Y es que quedan 5 semanas para la Ida de los cuartos, demasiado tiempo para tantos frentes abiertos como parece tener el club. Quizá el primero, la renovación de Guardiola este a punto de saberse el desenlace.
No sabéis lo tranquilos que nos hemos quedado!!!
The Digital Garden
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