No hubo lugar a las sorpresas en la primera jornada de la Copa. El Caja Laboral estuvo a punto deperder pero no lo hizo gracias a un gran segundo tiempo y el Barça no tuvopiedad ante un Lucetum que mermado como estaba, bajó demasiado pronto los brazos,perdiendo el encuentro por 21 puntos, 75 a 54.
Pascual mandó un claro mensaje a su equipo cuando descartó a Ingles delequipo para la disputa de los cuartos de la Copa. Su equipo debía dar prioridad a la pintura para intentarganar el partido. Así fue. Desgastó al Lucentum por dentro en el primer cuatro,para terminar de romperlo en el segundo desde el perímetro.
Ayudaron las bajas de los alicantinos para que la historia del partidofuese corta. Con su máxima estrellada, Ivanov, mermada por una inoportuna gripe, el Alicanteno tuvo argumentos ofensivos para penetrar la férrea defensa culé, en la quelos hombres interiores intimidaron mucho, imposibilitando cualquier intento depenetración, sucediéndose tapones uno tras otro que levantaron a losespectadores de sus asientos.
El trabajo del Barça fue coral, como de costumbre. Boniface y Vázquez eranun muro en defensa, Rabaseda aportó intensidad desde el banco, Navarro revolucionoel partido con sus acciones, Pete y Eidson penetraban a sus anchas y Lorbek hacíade todo y siempre lo mejor para su equipo, acompañados por una buena direcciónde los dos bases.
Al descanso el Barça se fue con una renta de 16 puntos de ventaja, 41 a 25, dando la sensación deque el partido había terminado, ya que no se veía por donde el Barça podíasufrir, ya que a la tradicional defensa excelente se unió un porcentaje altísimo desde la línea de 3.
La única opción para meterse en el partido y dar algo de vida al mismo eraanotar las canastas fáciles que erraron los alicantinos. No se sabe si por elmiedo a la intimidación o por el miedo al escenario, fallaron bajo aro 3 o 4tiros cómodos que ante el Barça son la diferencia entre tener vida o estarmuerto.
Pero si metes dos canas en cinco minutos y permites que el Barça tire desdeuna mano delante entonces dejas que los últimos 15 minutos del encuentro notengan más aliciente que ver que descansos daba Pascual a sus hombres de caraal duelo contra el Caja Laboral el sábado.
Igual de coral que fue el juego del Barça lo fue el reparto de losesfuerzos, que veían como las pocas fuerzas que le quedaban al Lucentum seesfumaron cuando Ellis se torció el tobillo él solo no pudiendo disputar ningúnminuto más del choque, comenzando también los de Vidaurreta a pensar en la Liga, donde tienen opcionesde meterse en los Play Offs.
Precisamente cuando ya habían dado el partido por perdido, fue cuando mejorjugó el Lucentum, con un parcial de 1 a 10. Pero no pasó de ahí, terminando el partido 75 a 54. El Barça ganó elpartido y un jugador de cara al futuro. Rabaseda se llenó de confianza con unpartidazo que refuerza la buena línea de los últimos encuentros. Uno más a lacausa.
No sabéis que diferente será el sábado.
The Digital Garden.
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