dissabte, 11 de febrer del 2012

LFP J23 Osasuna 3 - F.C.Barcelona 2 : La Liga en la nevera




Cuando tu juego se fundamenta en la circulación rápida de la pelota pero  para hacer un control de balón necesitas un segundo,  para dar un pase a 5 metros necesitas otro segundo  y  para encontrar un apoyo en un compañero necesitas otro, estarás totalmente perdido y sufrirás muchísimo.   


Lekic congela al Barça


 


Eso es lo que le ha pasado al Barça frente a Osasuna en su derrota por 3 a 2. Incapaz de iniciar el juego desde atrás, el equipo ofreció una imagen inédita con Guardiola en el banquillo. Cualquier parecido con la realidad fue pura coincidencia. Las causas pueden ser múltiples. Que si el frío, que si el viento, que si el césped, que si la alineación de Guardiola o cualquier otra.


Las excusas se inventaron para disimular errores. Lo único cierto es que antes del minuto 25 Osasuna iba ganando 2 a 0 como consecuencia de hacer mejor las cosas que su rival. Presionaban arriba, desactivaron al novedoso centro del campo culé (Mascherano, Thiago y S.Roberto) y cualquier robo de pelota lo hacían cerca de Valdés, creando siempre sensación de peligro.


No fueron muchos los chutes a puerta. De hecho Valdés no hizo ninguna parada de mérito. Las dos más claras terminaron en gol. Fueron por despistes defensivos de principiante, que Raúl García los aprovechó para organizar jugadas de ataque y que Leki las terminó de forma inapelable.


Contra las cuerdas desde el minuto 4, el Barça llegaba a la frontal con relativa facilidad. Eso sí, para ello se saltaba el centro del campo. Pero una vez cerca de la portería, la imprecisión en los controles, pases o chutes imposibilitó que, salvo en una ocasión, el gol estuviese cerca.


En  la segunda mitad corrigió el Barça estos errores. Guardiola cambio por completo el dibujo de sus hombres sobre el campo. Cuenca y Tello entraron por Puyol y Pedro. Ocuparon los extremos dejando a Alexis el puesto de 9 y a Leo por donde le diese la gana, llegando incluso a pedirla a los centrales para sacarla limpia desde atrás.


Solo 6 minutos tardó el Barça en marcar. Fue Alexis aprovechando un buen centro de Cuenca. Pero como a los equipos pequeños les suele pasar, al poco tiempo Osasuna tras un mal pase de Valdés, volvió a marcar. Fue Raúl García quien lo hizo y dejó la moral del Barça por los suelos.


Quedaban 35 minutos todavía.  A partir de ese instante, el juego tardó en volver a recuperar el ritmo del inicio de la segunda mitad. Cuando lo hizo, el Barça volvió a exigir lo máximo a Andrés, el portero de Osasuna que mantuvo a ralla al Barça  con varias intervenciones de enorme mérito.


El peligro venía siempre por la banda derecha, donde Cuenca conseguía siempre acciones de provecho para sus compañeros. A medida que pasaban los minutos, Mascherano paso a ser el central de la defensa de 3 y Piqué a jugar en punta, para aprovechar las segundas jugadas. Por eso, en el minuto 25 fue substituido por Cesc, mucho mejor que él en esos menesteres.


Como el juego era todo por la derecha, Guardiola cambio de banda a Tello y Cuenca. En la primera acción que entro en contracto con el balón marcó Tello. Quedaban 15 minutos para obrar el milagro, que consistía en marcar dos goles, ya que al Barça solo le servía la victoria.


El asedio fue brutal. Andrés lo paraba todo y cuando no lo paraba, el juez de línea señalaba fuera de juego en un gol de Alexis. Al ataque culé le faltaba la aparición de Leo Messi para tener más punch. No apareció y el milagro no se consumó, dejando la Liga vista para sentencia a falta todavía de 3 meses para el final.


Porque el Barça no lo iba a ganar todo de aquí al final, pero parte de la remontada culé pasaba por pinchar después de lo que lo hiciese el Madrid. A Osasuna la victoria le sirve para mantenerse en los puestos europeos y hacer crecer la leyenda que El Sadar es un campo dificilísimo para los grandes.


No sabéis que larga se nos hará la Liga

The Digital Garden. 



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