Minuto 10 del partido, el Barça recibe un gol del Valencia. En ese instante, el tradicional pesimismo culé salió a la luz con todas las fuerzas. Con la derrota en la Copa del Rey de Basket bien fresca, los fantasmas de un desastre en fútbol arreciaban y el cataclismo estaba muy cerca.
Sin embargo, lo que se vio a partir de ese momento es una de las mejores exhibiciones del Barça de Guardiola. Recuperó la presión muy arriba con una recuperación después de dos o tres pases del rival, la circulación de balón fue de nuevo rápida, la salia de balón limpia y superando líneas.
Pero sobretodo, lo más importante, es que el desequilibro entre líneas volvió. Y ahí dos hombres fueron desequilibrantes. Uno, Leo, no es noticia pues mejor o peor, siempre deja acciones de gol y con frescura deja hombres a su espalda en cada acción. El otro fue Iniesta, que hizo lo que mejor sabe. Conducir en vertical, tocar de primera rápido y meter pases entre líneas a la espalda de los centrales, buscando las diagonales de los extremos.
El 5 a 1 no refleja lo que fue el partido. Si el Barça hubiese metido la mitad de ocasiones de gol que creó el resultado hubiese sido 9 a 1. Tuvo ocasiones de todos los colores. Por los extremos Pedro se pareció algo al futbolista decisivo de años atrás y Alexis volvió a demostrar todos los recursos que tiene y le faltó el gol para completar una actuación magistral.
Por dentro, Iniesta y Messi se asociaron como hacía tiempo que no se veía. Y cuando eso sucede, no antídoto posible. No lo hay porque si se les defiende encima, son capaces de diblar y dejarlos detrás, si se defiende en zona, con tres pases a un ritmo frenético consiguen crear espacios por donde nadie los ve.
Bien apoyados en un Cesc dinámico y en un excelso Busquets, tomaron muy pronto el control del partido y bailaron como pocas veces se ha visto en el Camp Nou a un rival tan potente como el Valencia. Solo el desacierto de cara a puerta de los jugadores de Guardiola y la inconmensurable actuación de Alves evitó una goleada de record.
Eso sí, será difícil recordar por varios motivos. El primero porque Leo Messi anotó 4 goles en casa, metiendo todas las que no había metido en anteriores ocasiones. Segundo porque un jugador como Montoya debutó como titular en el Camp Nou cuajando una más que meritoria actuación.
Aunque tuvo algo de culpa en gol recibido, en una acción que con experiencia seguro que evitará que le ganen la posición de forma tan fácil, aunque también ayudo una mala salida de Valdés, que dejó en franquicia el gol a Piatti. Pero como suele ser habitual, con 2 a 1 en el marcador, Valdés se lució en la única ocasión de gol del Valencia y sirvió para que sus compañeros despertasen de cara a gol y sentenciasen el encuentro.
Destacable partido del Barça, que deberá repetirlo en varias jornadas de forma consecutiva si quiere seguir teniendo aire en la Liga, de la misma forma que Tello lo está haciendo cada vez que sale, desequilibrando en cada acción y aportando peligro cuando sale al campo, tenga mucho o pocos minutos. Si el Barça adquiere regularidad, se gane o se pierda la Liga, nos divertiremos.
No sabéis que ganas tenías de ver algo así.
The Digital Garden.
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