El entrenador de Basket del Barça, Don Xavier Pascual comenzó su discurso post partido aludiendo al hermoso sábado que vivió el club. Recordó que ellos se sentían obligados a continuar y que aún no se terminaron las emociones, ya que el Balonmano tenía que jugar su final horas más tarde.
Bien, pues no se equivocaba Pascual, su homólogo en el Balonmano también consiguió el triunfo y llevó al Barça a vencer y llevarse la octava Copa de Europa del Club. Hacía 6 años que no se conseguía ninguna y el partido es el justísimo homenaje a un Iker Romero que fue el héroe de la séptima y que jugó sus últimos minutos como culé.
Esta vez no fue el hombre clave. De hecho, solo hubo un hombre clave. Saric, casi rozó el 50% de paradas, muchas de ellas después de lanzamientos a menos de 7 metros. Poco a poco fue minando la moral del Ciudad Real. Encima en ataque, Nagy cuajó un partidazo y Noddesbo martirizó a Hombrados.
La baja de Skerbic resultó clave. El nacionalizado es un hombre que se suele crecer ante los culés. Esta vez no fue así, el Barça mantuvo siempre el ritmo goleador en todo el partido y a pesar del mucho tiempo que estuvo jugando en inferioridad. Los árbitros fueron poco permisivos y la dureza del Barça fue castigada.
Pero siempre aparecía Saric, haciendo que cualquier posibilidad de remontada fuese inviable. Encima, Juanin tomo el testigo del pívot noruego y el Barça abrió brecha en el marcador de forma definitiva, dejando el partido sentenciando. A la segunda, en Colonia, el Barça se coronaba, de nuevo como Campeón de Europa.
Antes, por la mañana, el Barça de baloncesto se había llevado la segunda victoria de la serie de semifinales de la Liga Acb, en un partido extraño y con un ambiente resacoso, como el propio entrenador culé ha reconocido. Pero en ningún momento el partido ha estado en peligro, aunque Dusko diga que el resultado es engañoso.
Lo cierto es que de nuevo el ambiente frío del Palau no ayuda a que el Barça salga metido en los partidos. Así el Barça a pesar de tener controlado siempre el rebote no pudo correr, ya que la defensa del Caja Laboral, no tenía inconveniente en cometer faltas para evitar canastas sencillas.
Sada, los hombres altos, Navarro en el poco tiempo que estuvo en pista fueron hombres claves. Pero el desequilibrio lo aportó Lakovic. Quien jugando de dos junto a Sada, fue un arma contra la que Ivanovic no tuvo antídoto, dejando incluso todo el último cuarto a Navarro en el banco, ya que la inercia del equipo era positiva.
De nuevo el Barça ganó por la defensa, dejó al mejor ataque de la ACB cerca de los 60 puntos, y eso que por momentos no se pudo parar a San Emeterio. Pascual alternó a 3 hombres para detenerlo, Sada, Anderson y Grimau, pero el MVP de la Liga regular entró en la eliminatoria, amenazando de lo que puede ser los dos partidos de victoria.
Pero se puede estar tranquilo, ya que las sensaciones que está dejando este equipo son enormes. La intensidad defensiva se mantiene todo el partido, se desvían muchos lanzamientos cercanos a canasta, se domina el rebote y todos los jugadores aportan algo al colectivo. Y si el jugador número 11 y 12 son Lakovic y Perovic, pues el rival tiene que jugar muy bien para ganarte. Y de momento el Caja Laboral no lo está pudiendo hacer.
Quien sí ha podido hacer lo que quiere ha sido Messi. Todos lo esperaban con ansía, porque dijo que hablaría el día 29. No dijo nada que no hubiese podido decir dos semanas atrás. Pero es que donde tenía que hablar era en el campo. Habló tan alto, que se ha podido escuchar, y también ver, en todo el mundo.
Porque el juego de Leo, el gesto de Puyol, la armonía colectiva de todos los jugadores, el espíritu de Abidal, todo eso es lo que ve todo el mundo y de lo que habla todo el mundo. Y todo esto puede llegar a tanta gente, porque tenemos la suerte de que Leo Messi se hiciese en la La Masía, que es la misma que le ha rodeado del mejor ambiente posible para ver lo mejor que se ha visto en un campo de fútbol.
Porque lo que se ha escrito y dicho del Barça hoy y que todos han, si han querido, contemplar es la de una admiración reverencial, sin tapujos ni condicionantes, sin peros ni porqués. Todos rendidos ante la sublimación de un estilo y de una manera de entender el fútbol.
Se podrá perder, porque perderemos, pero si siempre intentamos hacerlo de la misma manera, si siempre respetamos el estilo , si siempre nos mantenemos fiel a la misma filosofía, no habrá nada que reprochar. Y se estará cerca de ganar y, seguro, se terminará ganando.
Porque si la Biblia habla de que Jesús fue el hijo de Dios en la tierra y que el Espíritu Santo es la manifestación de éste, en el barcelonismo podemos decir lo mismo. Guardiola es el hijo de Johan, siendo Messi la manifestación divina en la tierra y que recuerda a todos el camino seguir. Amen.
No saben como nos sentimos, no. No saben!!!
The Digital Garden
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