Hace 19 años menos un día el Barça no tenía ninguna Copa de Europa. Fue en Wembley donde el Barça se quitó la espina y su eterna urgencia histórica. Hace poco también cumplía un lustro la segunda, la que elevó de categoría al Barça de forma oficial y consagró al club como lo que siempre ha sido, uno de los grandes.
La historia del Barça con la Copa de Europa y con las finales tiene como hilo conductor a sus porteros. Siempre han sido protagonistas para bien o para mal de ellas. Sus actuaciones han ayudado para ganarlas o, por mucho que pese, perderlas. Cuatro porteros han jugado finales de Copa de Europa con el Barça, Ramallets, Urruti, Zubi y Valdes. Los más grandes de nuestra historia.
El primero fue el responsable, nos guste o no, de que el Barça no ganase la primera mucho antes que en Wembley. Seguramente hasta la llegada de Valdés, era considerado por todos los aficionados como el mejor portero de nuestra historia. Su último partido fue en Berna, donde dos errores suyos echaron por la borda todo el trabajo de sus compañeros y la ilusión de los aficionados.
25 años más tarde sucedió lo contrario. El buen hacer del portero fue tirado por la borda por sus compañeros. Urruti ya estaba para siempre en los corazones del barcelonismo. De haber metido sus compañeros algún penalti en la fatídica tanda de Sevilla, seguramente tendría una estatua en el Camp Nou, pues hizo el aprtido de su vida sabiendo que el club ya había fichado a su sustituto.
Éste no era otro que Zubi. Estuvo 8 años en el club y lo ganó todo, siendo siempre importantísimo en los títulos. Con un estilo diferente a lo que gustaba en el Camp Nou y que le hizo no ser el ojito derecho de los aficionados su influencia en los títulos es enorme, y buena parte de la Primera.
Quitando a Koeman, que como ha recordado hoy Pep, a parte del gol estuvo sublime, Zubi hizo un partidazo soberbio, con un par de acciones sublimes que evito que el conjunto italiano se adelantase cuando mejor estaba jugando. Luego llegó la prórroga y ya sabemos cómo acabo, pero para llegar ahí, Zubi fue básico.
Como básico fue en Atenas. Y es que las finales se ganan por detalles. Lo que había sacado dos años antes, no lo sacó en el Olímpico contra el Milan. Un gol en el descuente de la primera mitad que era parable y un gol en el 3 de la segunda que era algo más que parable dejaron al Barça muerto. A partir de ahí, si que hubo baño, no antes como muchos quieren hacer ver, aunque igualmente con un Zubi igual que en Wembley no se hubiese ganado, pero se hubiese planteado más batalla.
El club pasó un auténtico calvario con la marcha de Zubi. Un calvario que supuso perder muchísimas opciones de títulos. La semifinal contra el Madrid del 2002 con haber tenido algo decente no se hubiese perdido. O los años en que Dutruel en la fase de grupos se le caían los palos encima, o Hesp fallaba cuando llegaban los grandes europeos.
Pero llegó Valdés y todo cambio. No fue fácil, la sombra de Zubi y Urruti era alargada y ni con sus primeros pasos decisivos se ganó la confianza de todos. Y eso que estamos hablando que la Segunda tiene su sello . Fue decisivo para llegar a Paris y una vez ahí, le quitó la gloria a uno de los mejores delanteros de los últimos 15 años.
No se quedó ahí, 3 años más tarde, volvió a ser clave con sus actuación en el campo del Chelsea para que el Iniestazo fuese posible. Y , cómo no, en Roma volvió a ser providencial con un par de paradas a Cristiano para que el Barça levantase su tercera Copa de Europa e hiciese el triplete.
Valdés es el mejor portero que ha tenido el Barça en su historia. A pesar de que seguramente tenga en sus guantes algunos de sus mejores 10 actuaciones, por todo lo que ha parado y en los momentos que lo ha hecho se puede afirmar sin ruborizarse que Valdés es leyenda vida del club y que nadie como él ha protegido la portería culé. Y eso que aún los hay que dudan de él.
No sabéis que seguros estamos con Víctor!!!
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