La euforia desatada por la clasificación del Barça a su séptima final de Champions va en descenso. No la felicidad, que seguramente durará hasta agosto, pase lo que pase en la final. Con esta sensación y con los píes en los suelos, a falta de casi un mes del gran día, no es un mal momento para hacer un dibujo de la situación actual, que no necesariamente tiene que ser la misma que cuando llegue la hora del partido.
Si en lugar de jugar contra el Chelsea y el Espanyol respectivamente, el United y el Barça se enfrentasen entre sí el próximo domingo el favorito sería el United, que llega con todos sus hombres al 100%, con las piernas frescas y sus jugadores claves en el mejor momento de la temporada. De que uno se mantenga y el otro crezca dependerá el devenir de la final.
Porque el Barça tiene muchas por mejorar si quiere llegar en la mejor predisposición posible para vencer la Champions. Lo que debe mejorar es tener una mayor continuidad en el juego. En el último mes, la pelota solo ha circulado a la máxima velocidad en momentos puntuales. Hace tiempo que no se recuerda al Barça un partido redondo desde el minuto 1 al 90(quizá la vuelta frente al Arsenal).
Contra lo que es venía siendo habitual, en esta serie de cuatro clásicos, ha habido pérdidas no forzadas en el centro del campo que han evitado la continuidad en el juego y además han ocasionado ocasiones al rival, aunque gran parte de estas pérdidas eran corregidas por la excelente defensa colectiva del equipo.
Las lesiones han mermado y mucho al equipo, impidiéndole a día de hoy que jugadores como Puyol, Iniesta o Pedro estén al 100% de sus posibilidades, o jugadores que deberían suponer un recambio del rumbo del partido, como son Bojan o Adriano, no estén a disposición del entrenador.
En frente espera un United que vuelve a mostrar la solidez que ofrecía en el primer trimestre de la temporada, donde encadenó cerca de 30 partidos invicto, con el añadido de un Rooney que parece que se reencuentra con el estado de gracia anterior a la lesión sufrida el año pasado.
En su contra, hay que decir que mentalmente sus jugadores están mucho más saturados que los culés, ya que en medio de las semifinales de Champions les ha caído dos partidos a vida o muerta de la Premier. Por mucho que el Barça no haya cerrado la Liga, el desgaste del encuentro contra el Chelsea o el del Arsenal puede suponer un lastre a nivel mental y físico.
Sin embargo creemos que poco o nada tendrá que ver este dibujo con el que se llegará a finales de mes. Ahí el Barça podrá contar, salvo infortunio, con el equipo titular al pleno y el banquillo casi en su totalidad. El United también habrá podido recargar pilas e intentar mantener el estado de forma de sus jugadores.
Lo que está claro es que 8 jugadores por parte del United y 7 del Barça repetirán presencia en la finalísima. Hecho que demuestra que más allá de llantos centralistas, estos dos equipos están siendo los que están dominando Europa. Con estilos diferentes, pero con la identidad bien clara. La hegemonía se decidirá el 28.
No sabéis cuanta envidia se tiene a ambos equipos!!!
The Digital Garden.
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